Tejados


El recuerdo de un amor no correspondido, porque aunque fue a medias, el amor se corresponde a todo o a medias tintas nada. Un amor en el que la exageración de un sólo lado se hacía notar, en donde la intensidad y los reclamos no cabían en esa relación, a menos que fuese del lado correcto, todo lo demás era erróneo o incorrecto. Un amor incomprendido por la mayoría, porque si la ingenuidad fue parte de esto, la realidad es que fue real para una sola persona. Real para quien lo siente y para quien lo sufrió.

Costó demasiado dejar de esperar tus llamadas o mensajes, tus señales de vida, tu acento en mis días, tus modismos, tus llamadas de auxilio a una vida que seguramente te frustraba y en esos momentos corrías al lugar de una respuesta segura, a la persona de ratos y de madrugadas, de desvelos y acompañante de insomnios. Viví mucho tiempo enojada por haber sido crédula, por haber sentido tanto. El recuerdo de todo ello me llevó a cortar de tajo lo que se enraizó inexplicablemente, lo que para todos no tenía cabida y de lo que, precisamente desde la soledad, logré salir. Dejé de esperar tus anzuelos, dejé de luchar contra mí para lanzarte señales, dejé de darte espacio en mi presente, que ahora también es pasado.

Y en mi hoy, donde regresas de manera intempestiva, te cierro esas backdoors que no vi y me ayudaste a parchar. Como informática sé que podemos prepararnos para ciertas vulnerabilidades, pero también sé que hay que accionar a tiempo cuando nos vemos perjudicados por algo que estaba fuera de nuestra vista y alcance. Mi voluntad, como bien la mencionas, más que triste o admirable, es inquebrantable hacia ti. Porque aunque quisieras confundirme, haciéndome pasar como alguien inolvidable, con un discurso falso que alimentara mi ego, me di cuenta que la lealtad y el respeto hacia mí son de los mayores tesoros que poseo, que mi ingenuidad también lo es y, sin embargo, mi problema no son estas características, sino lo que los demás hacen con lo que les entrego.

Tú me mostraste qué podías hacer con todo ello en tus manos y yo decidí no querer existir desde entonces en tus soledades y vacíos. Estoy bien, gracias por tu preocupación, y estoy bien gracias a personas como vos, con quienes a pesar de sus tormentas, mi voz reencuentra su camino.


😀 ¡Hola al mundo, otra vez! Después de mucho tiempo, vuelvo a publicar aquí 😊. No he dejado de escribir en realidad, porque pasar a letras lo que pienso y siento es una de mis actividades vitales, sin embargo, por una temporada permití que la opinión ajena acerca de esto me rigiera. Le permitiré ahora abrirse paso a esta necesidad de publicar, sin que todo sea personal, incluso puede nacer de mi imaginación, o de lo que no que sea atemporal. Unas u otras, pero ojalá mis letras encuentren su cauce nuevamente :).

¡Feliz vida! 😀


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