Y aquí, frente al mar, con una guitarra en mano y a flor de piel, lloro…
Por el camino andado y las desventuras de los últimos años. Por las alegrías que pensé no volvería a sentir. Por el fastidio de un sistema podrido. Por el esfuerzo y la persistencia al salir de ahí. Y por el orgullo del que últimamente me agarré para acabar de una vez por todas este ciclo en la vida… Pasé los últimos dos años de mi vida, como alumna, en un programa académico que me quitó el gusto por aprender e incluso la curiosidad. Tengo muy en claro no ser el verdugo de nuevas generaciones. Deseo que si algún día vuelvo a dar clases, no sea ni por necesidad ni por comodidad, sino por el mero gusto de compartir y generar conocimiento.
Por ahora me mantendré lo más lejos del ambiente académico. Re-aprendiendo a aprender. Recordando no sentir culpa por desconocer cosas. Sanando.
Por ahora me mantendré lo más lejos del ambiente académico. Re-aprendiendo a aprender. Recordando no sentir culpa por desconocer cosas. Sanando.
Creo uno también necesita sanar las malas experiencias en estos ámbitos. ¿O qué opinan? :). ¡Un abrazo a quien me lea y buena vida!.
13 respuestas a “De la academia…”
Hacer algo por la necesidad no es bueno :/
🙁 Así es. Sin embargo he aprendido acerca de lo que no quiero y reforzado lo que sí :), ¡gracias por leer!.
Todo nos enseña algo❤ Feliz finde ❤
Me alegra que hayas dado ese paso y que estés sanando. Lo mejor es estar bien contigo misma.
Un abrazo.
Gracias por leer, Rocío :). Un abrazo.
Ay, lo que me has hecho reír con el video de Tronchatoro.
Pues me parece perfecto que necesites desconectarte, es necesario hacerlo cuando nos sentimos sobrepasados. Tomate el tiempo que necesites para sanar, lo principal es estar bien con nosotros mismos.
Un abrazo grande.
Jajaja es que Tronchatoro fue todo un personaje. Muchas gracias por leerme, Carla. ¡Un abrazo!.
hola
me alegro que hayas aprendido a re-aprender, epocas malas siempre hay y creo que es importante aprender de ellas.
Besotesssssssssssssss
Hola, Serena. Muchas gracias por leer, así es, al final uno debe aprender de todo lo que vivamos, ¡un abrazo!.
¡Hola!
Hace tiempo que no te veo por el blog, disculpa la demora de mi vista.
A veces es necesario que des un paso al costado y tomarte un tiempo para ti misma.
Pd: EL video me dio mucha risa y una ganas de ver Matilde jaja
Besos y un abrazo.
¡Hola, Stefany!, muchas gracias por leerme. Quedé enganchada del libro que reseñaste de los Andes *.* jaja. Y sí, me di un espacio pero al fin ya he vuelto :). Matilde es un súper clásico jajaja, ¡un abrazo!.
Has hecho bien. Dar clase a desgana o con resentimiento no es bueno y siempre hay muchos mal llamados profesores que lo hacen así. Creo que esa es una de las profesiones que ha de ser vocacional. ¡Qué injusta es la vida! Tantas veces nos obliga a trabajar en algo que no nos gusta o detestamos pero… si podemos evitarlo, mejor vivir de otra cosa.
Un beso.
Así es, creo que muchos profesores (hayan estudiado o no para dar clases) no son conscientes de la huella que dejan en sus alumnos. Y ésta puede ser o muy buena o terrible. Lo peor en mi opinión es eso, tumbar la seguridad de los alumnos, la curiosidad, las ganas, mil cosas, como consecuencia de malas experiencias previas como alumnos. Es como una cadenita. Que en mi caso, preferí cortar por ahora jaja. ¡Un abrazo!.