De la diversidad 🌈


Aunque no me pronuncié en Junio, para eso están los inicios de Septiembre. Y los demás meses. Y los demás años…

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Crecí en una familia levemente conservadora, tampoco mocha, educada y prudente. De esas donde generalmente se evita ingresar en asuntos de otros y donde tampoco dejan se metan en los suyos. De pequeña, adolescente e inicios de joven no me causó conflicto adecuarme a reglas. Y por un largo tiempo llegué a pensar que viví mis etapas de forma tardía. Por culpa de ello. Hasta que comprendí que no. Nunca fue eso. Eso sí, nunca quise acelerar mi crecimiento (ni interno, ni externo, ni en años). Creo quería ser niña por siempre. Hasta la fecha lo pienso. Mis años y las inquietudes en ellos llegaron cuando debía ser. Y pasa con todos. Es algo personalizado. No antes ni después. Otra cosa será que estadísticamente haya mayores concentraciones en edades particulares. Pero en sí, para todos, llega cuando debe de llegar y punto. 

Amé a los 14-15 años. Como lo leí alguna vez: con la magia que consiste en la ignorancia de que pueda tener fin. Y llegó a su fin. Y como comúnmente se cree que los adolescentes sólo dramatizan las cosas, bueno, en esos términos, ese drama dolió años. Literal años. Y desde entonces, entre las sombras. Porque a pesar de ser un chico de quien me enamoré, en mis reglas familiares no podía haber noviazgos. Hasta quién sabe qué edad. Nunca lo pregunté. Pero definitivamente a los 15 no era posible. ¿Qué les dije de las reglas?. Sí, las respetaba. Hasta cierto grado.Entre reglas y mis inquietudes, siempre le hice caso al corazón. Pero en algunos momentos me confundí, pensando que podía amar a quien(es) no pude. No había forma de saberlo, sino comprobándolo. No quiero decir no los quise. Simplemente fueron tipos de amor distintos. 

Hasta esta parte de la historia, todo gira entorno a lo que conocía, a lo posible hasta ese momento de mi vida.Pasaban los años y experimenté un poco más la “libertad”. No gran cosa. Pero se sentía bien. Unos nervios constantes, pero se sentía bien. Y observé tipos de amor distintos a lo que conocía. Y aunque no recuerdo exactamente qué sentí, probablemente me haya horrorizado. Tiempo después, sentí por primera vez la atracción de parte de alguien que tenía pareja. Y ese alguien era (es, espero siga viva) mujer. Y su pareja igual. Y entre mis recuerdos, llegó un punto en el que más allá de ser mujer, lo que me incomodaba era que tenía pareja. Creo ahí comencé a entender y abrir mi mente más allá. No centrándome en que fuese mujer. Sino en que tenía pareja y era notorio a su pareja le incomodaba esa fijación hacia mí. Hasta la fecha, puedo entender la poligamia, pero nunca será justo si algún integrante de ella no sabe que vive entre varios cuerpos y corazones.

Mientras tanto, no sé en qué momento mi corazón que adolecía de años atrás, sanó. Debo confesar que llegué a pensar que una persona en especial me sanó. Pero hasta ahora, me he inclinado más a pensar que sané por sí sola (con ayuda de múltiples factores), para poder amar como amé a quien llegó. Tengo la hipótesis de que nadie puede sanarnos a ese nivel catártico, sino la mente y cuerpo mismo. Y siguiendo la línea del tiempo, amé completamente. Tengo otra hipótesis: no se ama igual dos veces. Y esto no significa amar más ni amar menos. Simplemente creo podemos amar completamente en un tiempo pasado, donde ese “completo” significó algo. Y veo posible amar hoy completamente, donde el actual “completo” comprende o no algo muy distinto. Es mi “completo” de hoy. Es todo lo que tengo hoy. Y del mismo modo amé en ese ayer con todo lo que tuve en ese entonces. ¿Deberíamos cuantificar el amor?… Pregunta al aire… 

Y bueno. Descubrir mientras amas, es una sensación increíble. Amar es increíble. Pero sentirse amado al mismo tiempo es indescriptible. Por primera vez las reglas me causaban conflicto. Comenzaban a incomodarme. Y así fue cuando supe lo injusto de no poder manifestar el amor hacia alguien. Aún cuando era lo “normal”, el sexo opuesto. Aprendí la importancia de ser escuchada. Y si querían callarme, la importancia de hacerme escuchar. Lamentablemente esto trajo muchos conflictos y muchos malos ratos. Tiempo después, los problemas se movieron al pasado. Y en el presente de ese entonces se cocinaban planes para el futuro. Un futuro que ya no fue. Si teníamos fecha de caducidad, ésta se vio trastornada por la muerte. Y corroboré que todo puede tener solución, menos esto. Y que en mi experiencia, de entre varios dolores, sí hay uno que sobresale entre todos los demás. Éste, sin duda, ha sido mi más grande.

Y de pronto, absolutamente todas las reglas incomodaban. De pronto, todo orden era desagradable y fastidioso. Contrario a lo que esperaba, el desorden tampoco era afable. Se me quebró la vida. Y aunque suena perfecto como poesía, decir que una parte de mí murió con él ese día no es sencillo de explicar.

¿Recuerdan mi hipótesis de sanar?, así, entre las cuarteaduras, barriendo los pedazos punzocortantes, seguí adelante, lavando las heridas. Y corroboré que hay luciérnagas que llegan a iluminar como antorchas. La conocí y supe que no sería ni un juego ni mera curiosidad. ¿Cómo le explicas al mundo que alguien de tu mismo sexo puede hacerte tanto bien?, ¿en qué momento deja de ser antinatural amar sin hacerle daño a nadie más?. Me encontré de frente con los miedos del qué dirán, más que a los propios por sentir tantas cosas nuevas. Con las pocas personas con quienes compartí esto, lo tomaron bien. Sin embargo, apuntaban a que sería algo temporal.

Yo, a esas alturas de mi vida sabía a la perfección que podía enamorarme de alguien, independientemente de su sexo. Y seguí relacionándome conforme el corazón iba queriendo. Sentí en ese momento que no necesitaba la aprobación de alguien, simplemente mantenía por separado mi vida personal y mi vida con los demás, incluyendo amistades y familia. Hasta que llegó quien hasta la fecha es mi pareja. Con ella quise dar ese gran paso de compartir a los demás la vida que estaba empezando justo a su lado. Quise que al menos los miembros más importantes de mi familia y a mis amigos cercanos incluso la conocieran. Fui muy ingenua en que sería sencillo decirlo. Más bien, decirlo fue sencillo. Escuchar sus respuestas, rechazos y opiniones fue lo difícil, lo más doloroso. Y desde entonces adopté una postura en la que no forzo a nadie a formar realmente parte de mi vida. No toco el tema si no me preguntan de ello. Sin embargo, esas personas que prefieren hacer como que mi vida personal no existe, saben o deberían saber que no pueden estar con una Angélica auténtica. Nunca lo estarán, si nunca se involucran.

Por fortuna tengo una pareja maravillosa que ha sabido apoyarme. Mutuamente creo hemos aprendido mucho y bueno, desde el inicio no me sentí juzgada por ella. Si reconocerse homosexual es todo un tema, la bisexualidad tiene su temita aparte. Incluso dentro de la propia comunidad llegan a minimizar de algún modo esta orientación argumentando que hay que elegir un bando u otro, que no se puede estar en medio. Y ni qué decir de las personas que al saberte bisexual, creen que el único tema importante de conversación contigo es de sexo o de promiscuidad.

Para terminar esto, quiero enfatizar: la bisexualidad existe. Y no tiene que ver con que todo el mundo nos guste. Mucho menos que multiplicamos las opciones de relacionarnos. Tampoco significa que nuestras parejas deban sentir miedo de que podamos fijarnos en cualquier persona. El saber respetar una relación y un acuerdo en ella no es de orientaciones sexuales, es de valores y ya.Creo en la importancia de compartir este tipo de historias. Que contrario a lo que se cree, la orientación sexual no es algo que se elige como se elige qué ropa ponerse. Que si existen fechas en el calendario como el día internacional de la bisexualidad, del orgullo gay, de la visibilidad lésbica, de la visibilidad transgénero, etcétera, aparte de la historia detrás de cada una, es porque la mayor parte del tiempo se ignora la diversidad. Que si hay festivales, desfiles o lugares especiales para la comunidad, no es porque queramos llamar la atención, sino porque ahí, entre comunidad, es por lo general donde más seguros nos sentimos. Y ojalá cada día haya menos aversión a lo diverso. Cada día más aceptación. Cada día más respeto. Dentro y fuera de la comunidad. Ojalá que todo mejore, como hace alusión esta fundación en la que apoyan a niñxs, adolescentes y jóvenes que viven experiencias de violencia basada en su orientación sexual, identidad o expresión de género. Y ojalá recordemos siempre que más allá de toda diferencia, somos humanos.

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12 respuestas a “De la diversidad 🌈”

  1. Has sido muy valiente contar tus sentimientos sin miedo. Ojalá llegue el día en que las personas no se vean perseguidas ni censuradas por sus sentimientos amorosos y que dejemos atrás todos los prejuicios.
    Un abrazo, Ángela.

  2. ¡Hola! Que bonito lo que has escrito, creo que es de valientes abrirse de esa manera y exponerse frente a otros. Personalmente nunca me importó la sexualidad de nadie. Creo que uno no anda por la vida preguntándole a la gente con quien se acuesta o quien no… así como tampoco me gustaría que me lo pregunten a mi… estoy convencida de que cada persona puede hacer con su vida y con su cuerpo lo que quiera. Fui criada por una madre maravillosa que jamás permitió que se le falte el respeto a otra persona por tener gustos distintos, y gracias a ella y sus buenos valores es que crecí libre de prejuicios. Siempre supe que en mi casa nadie me iba a juzgar. A ver, soy hetero pero si pudiera elegir siempre dije que me gustaría ser pansexual. Pero bueno, eso uno no lo puede elegir… jaja
    Me encanta que la gente se sienta libre y pueda estar con quien quiera, y más me gusta que lo griten y que todo el mundo se entere… lamentablemente aún hay gente de mierda que se cree con el derecho a juzgar, a meterse en la vida de los demás o a criticar… ojalá algún día eso ya no exista y todos podamos vivir en paz y en armonía y dejar los prejuicios atrás.
    Te mando un abrazo grande!!!

    • Muchas gracias, Carla. Qué bonito que tu mamá te haya fomentado todo un ambiente de confianza desde pequeña, sembró una semilla dando grandes frutos, ¡un abrazo de vuelta!.

  3. hola
    a mi me educaron con la mente bastante abierta, siempre me han dado mucha libertad en mi vida y he sido muy feliz. Me importa un pepino la sexualidad de cada uno, la raza, el color de la piel… siempre he mirado el interior de cada uno. Me gusta juntarme con buenas personas, odio la hipocresia y he intentado inculcar a mis hijos todo esto. Creo que eres muy valiente al abrirte de esta manera, y espero que seas muy feliz. Creo que al final es lo que buscamos todos.
    Me alegro de seguirte por las redes.
    Besotesssssssssssssss

    • Hola, Serena. Qué gusto leerte por aquí, muchas gracias por tus palabras. Qué lindo que tus hijos tengan una mamá como tú, ¡un abrazo!.

  4. Wow! Chica valiente!
    Es una pena que hayamos retrocedido tanto en los últimos tiempos. Yo ya tengo una edad y viví mi juventud en los ochenta en España, en plena Movida. Fue una época fantástica y maravillosa de aperturas y avances, en lo material y en lo espiritual y me da tanta pena que en el siglo XXI haya gente tan cerrada y retrógrada y que esa gente sea joven… y volver al pasado, da pena, mucha pena. Espero que podamos revertir la situación.

    Salud y suerte!

    • Cada que leo un comentario de una mente abierta se alimenta mi esperanza de que algo que tiene que mejorar :'), ¡un abrazo!.

  5. ¡Hola! Bueno para empezar es un placer leerte. Me encanta que puedas contar tu historia sin miedo, gracias por compartirla❤
    Yo también vengo de una familia ligeramente conservadora y más de una vez eso me traido dolores de cabeza, me considero una persona de mente muy abierta (aunque haya temas en los que algunos puntos no esté de acuerdo) y odio que la gente califiqué de "anormal" a las personas por su orientación sexual o sus gustos. Como dice la frase "Love is love" y nada ni nadie nos puede decir a quien podemos amar. Es una pena que hasta el día de hoy haya muchas personas de mente tan cerrada y que se sienten capaces de juzgar y discriminar a otras personas.

    Besos y abrazos para ti y tu pareja. Bendiciones!!❤

    • ¡Hola, Stefany!, muchas gracias por leer, qué gusto contar con tu opinión por aquí. ¡Besos y abrazos de vuelta!.

  6. ¡Hola, hola!

    Una gran reflexión. Es cierto que la bisexualidad está muy mal entendida la de veces he escuchado que la gente bisexual son gente viciosa… Como si un hetero (o de cualquier otra orientación) no pudiese serlo… Además, me pongo enferma cuando los "pansexuales" os llaman tránsfobos como si tu orientación definiese que odias a la comunidad tran, cuando son los "pansexuales" los que son unos bifóbicos.

    Que cada uno sea libre de amar y acostarse con consentimiento con quien quiera.

    Mil besos,
    Celia | 1000 LIBROS blog.

    • ¡Hola, Celia!, la verdad que sí hay mucho lío innecesario :(, esperemos gane cada vez más el respeto a esa libertad que todos anhelamos. Un gusto siempre leer tu opinión por aquí. ¡Un abrazo!.

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